Wednesday, August 11, 2010

A Una Morena (Carlos Pezoa Véliz )


Tienes ojos de abismo, cabellera
llena de luz y sombra, como el río
que deslizando su caudal bravío,
al beso de la luna reverbera.

Nada más cimbrador que tu cadera,
rebelde a la presión del atavío...
Hay en tu sangre perdurable estío
y en tus labios eterna primavera.

Bello fuera fundir en tu regazo
el beso de la muerte con tu brazo...
Espirar como un dios, lánguidamente,

teniendo tus cabellos por guirnalda,
para que al roce de una carne ardiente
se estremezca el cadáver en tu falda...

Tuesday, October 13, 2009

EPITAFIO















No fue la Gracia

la que coronó tus días

no el perfume

que te impregnó en la tarde

más bien la distancia

que ahoga el paisaje

no más el aliento

que se vomita rancio

no quedaste recuerdo

no quedaste memoria

eres el olvido pobre

de una pobre vanagloria.

(A. Godson)



TRASLUZ




















TRASLUZ

Stella Díaz Varín

Que se me permita mirar por la ventana

Solo el espinazo de la muerte

A tranco largo

Mirando fijamente

A mis ojos deslucidos.

Veo la ausencia

Doblando por la esquina

La miserable luz

De los días empatiados.

Muy de tarde en tarde

Algún aprendiz de hombre

Vestido de domingo.

En estas agonías neblinosas

Estoy mirando desde una ventana ajena

Tras la luz de este rinc6n desconocido

Desde esta ventana hacia ningún paisaje

Hueco sin distancias

Seca pupila donde no resplandece

Ni el más leve trino.



Tuesday, September 23, 2008

ORIGEN














Bajo el sol abrasador
repta un ser humano
buscando el origen de su yo,
entre la basura intercósmica
de un mundo que no existe.

Su conciencia llena de pasado
no cesa de recordar el futuro
en un hoy que ya pasó.

Buscando lo que no sabe
encontrando lo que no quiere
avanza raudamente por el piso nebuloso
contaminado por el hálito de todos los dioses
que quisieron convertirlo todo
en algo que no es.

Los dioses se arrepienten
del hombre y su destino
de la vida y de su ser
del depredador sigiloso
de la llama perenne iluminada,

De todos, menos de ellos mismos
que no existen sino en el destino
del hombre y el depredador
de la llama perenne iluminada.