Tuesday, September 23, 2008

ORIGEN














Bajo el sol abrasador
repta un ser humano
buscando el origen de su yo,
entre la basura intercósmica
de un mundo que no existe.

Su conciencia llena de pasado
no cesa de recordar el futuro
en un hoy que ya pasó.

Buscando lo que no sabe
encontrando lo que no quiere
avanza raudamente por el piso nebuloso
contaminado por el hálito de todos los dioses
que quisieron convertirlo todo
en algo que no es.

Los dioses se arrepienten
del hombre y su destino
de la vida y de su ser
del depredador sigiloso
de la llama perenne iluminada,

De todos, menos de ellos mismos
que no existen sino en el destino
del hombre y el depredador
de la llama perenne iluminada.

Sunday, September 21, 2008

ABANDONO

¿Dónde, olvidado,

mi ángel quedó,

que solo he quedado

sin luz?


Ya no me proteges

y en sombras

extraviado

me alejo de Dios.


Se rebela mi sombra

y me abandona,

alejándose veloz

fuera del alma.


Solo me veo

en la ruta equinoccial

de la esperanza.


Aguardando el rayo herido

para recibir

tu último aliento.


Tuesday, August 19, 2008

Ante la ley (Kafka)

Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián, y solicita que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo entrar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde lo dejarán entrar.

-Tal vez -dice el centinela- pero no por ahora.

La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián se hace a un lado, el hombre se inclina para espiar. El guardián lo ve, se sonríe y le dice:

-Si tu deseo es tan grande haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo mirarlo siquiera.

El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre accesible para todos, piensa, pero al fijarse en el guardián, con su abrigo de pieles, su nariz grande y aguileña, su barba negra de tártaro, rala y negra, decide que le conviene más esperar. El guardián le da un escabel y le permite sentarse a un costado de la puerta.

Allí espera días y años. Intenta infinitas veces entrar y fatiga al guardián con sus súplicas. Con frecuencia el guardián conversa brevemente con él, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y, finalmente siempre le repite que no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián. Este acepta todo, en efecto, pero le dice:

-Lo acepto para que no creas que has omitido ningún esfuerzo.

Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años audazmente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece, sólo murmura para sí. Retorna a la infancia, y como en su cuidadosa y larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel, también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián. Finalmente, su vista se debilita, y ya no sabe si realmente hay menos luz, o si sólo lo engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge inextinguible de la puerta de la Ley. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte comienza a endurecer su cuerpo. El guardián se ve obligado a agacharse mucho para hablar con él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha aumentado bastante con el tiempo, para desmedro del campesino.

-¿Qué quieres saber ahora? -pregunta el guardián-. Eres insaciable.

-Todos se esfuerzan por llegar a la Ley -dice el hombre-; ¿cómo es posible entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar?

El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora:

-Nadie podía pretenderlo porque esta entrada era solamente para ti. Ahora voy a cerrarla.-

Thursday, July 24, 2008

UN FANTASMA

Un fantasma se pasea

por mis pensamientos:

el fantasma de mi mismo;

oscuro, desvaído,

como fotografía antigua

exhalando el deslavado

color sepia.

Me mira lejano

y baja la cabeza,

una lágrima cae

esparciendo partículas

de melancolía

de otra vida,

que solo añora el tiempo

de otro tiempo.

Me acerco y abrazo

(a mi fantasma)

y recojo la lágrima

que guardo en mí mismo.

Pepereveco®


Wednesday, July 23, 2008

Tuesday, February 12, 2008

HE ASUMIDO LA TAREA...


He asumido la tarea de escribir una columna con mis comentarios y puntos de vista, en un periódico local.

La voluntad está, a pesar de que el desafío no es para nada de sencillo, pues, es sabido por todos, no soy periodista ni escritor. Apenas cargo con el fardo de ser un ciudadano común y corriente que, a trastabillones, he aprendido a ser un poco crítico y hacer pasar los fenómenos y acontecimientos por el cedazo de la razón.

Qué de cosas no experimentamos a diario sin que le demos la importancia ni el lugar que merecen, ni qué decir de aquellas otras que dejamos pasar o nos resbalan dejando ir un cúmulo de riquezas que, de tener conciencia, nos llevarían al arrepentimiento.

Así, entonces, el desafío aceptado, más que hacerme descansar ha de llevarme a un exhaustivo trabajo y, por qué no decirlo, a una constante lucha con los verbos, adjetivos y las estructuras gramaticales que conlleva este tipo de actividades.

¿Qué por qué lo acepto? Bueno, no busco a estas alturas de mi vida convertirme, con un simple comentario, en un exitoso autor de best-seller o pretender un premio nacional de periodismo o literatura. Sencillamente, expresar alguna idea coherente que recoja una visión que no sea la oficial, que pueda manifestar e interpretar ideas, sentimientos o argumentaciones que coloquen y llamen la atención de lo desatendido, si es que así fuera posible, sin arrogarme la representación de ningún sector ni grupo o persona alguna,

También soy de la idea, como muchos otros, que hay demasiados opinólogos, hay muchos escritos, pero existe una carencia tremenda de lectores y expresadores de soluciones a necesidades y problemas de la gente normal.

No quiero convertirme en un opinólogo, al modo como hoy se entiende este término; por el contrario, quiero ser un antiopinólogo; por eso, espero, no escribir sobre asuntos tan vapuleados como los que vemos en todos los medios de comunicación.

Mientras más pesado sea el tema, mientras más contenidos oscuros y esotéricos pueda contener el comentario, obligará a vulgo a retroceder, a renunciar a tan arduo trabajo, como es leer y decodificar conceptos, ideas, significados, etc. Y quedará uno que otro ciudadano, elegido por selección natural, ejerciendo al menos el proceso cognitivo y las sinapsis necesarias para compartir o antagonizar con otros significados y contenidos más oscuros y esotéricos que los míos.

Puede que sea criticado por esta posición y catalogado de elitista o exclusor de las grandes masas. ¡Debo admitirlo!, ¡así es! En esas masas están contenidas personas de todas las clases y condiciones. Al revés, quienes me lean serán, también, personas representativas de todas las esferas de la vida, lo que importa es el seso.

Termino mi perorata y me preparo para acometer mi tarea. Espero sea usted el seleccionado naturalmente, para compartir mis comentarios.