Tuesday, February 12, 2008

HE ASUMIDO LA TAREA...


He asumido la tarea de escribir una columna con mis comentarios y puntos de vista, en un periódico local.

La voluntad está, a pesar de que el desafío no es para nada de sencillo, pues, es sabido por todos, no soy periodista ni escritor. Apenas cargo con el fardo de ser un ciudadano común y corriente que, a trastabillones, he aprendido a ser un poco crítico y hacer pasar los fenómenos y acontecimientos por el cedazo de la razón.

Qué de cosas no experimentamos a diario sin que le demos la importancia ni el lugar que merecen, ni qué decir de aquellas otras que dejamos pasar o nos resbalan dejando ir un cúmulo de riquezas que, de tener conciencia, nos llevarían al arrepentimiento.

Así, entonces, el desafío aceptado, más que hacerme descansar ha de llevarme a un exhaustivo trabajo y, por qué no decirlo, a una constante lucha con los verbos, adjetivos y las estructuras gramaticales que conlleva este tipo de actividades.

¿Qué por qué lo acepto? Bueno, no busco a estas alturas de mi vida convertirme, con un simple comentario, en un exitoso autor de best-seller o pretender un premio nacional de periodismo o literatura. Sencillamente, expresar alguna idea coherente que recoja una visión que no sea la oficial, que pueda manifestar e interpretar ideas, sentimientos o argumentaciones que coloquen y llamen la atención de lo desatendido, si es que así fuera posible, sin arrogarme la representación de ningún sector ni grupo o persona alguna,

También soy de la idea, como muchos otros, que hay demasiados opinólogos, hay muchos escritos, pero existe una carencia tremenda de lectores y expresadores de soluciones a necesidades y problemas de la gente normal.

No quiero convertirme en un opinólogo, al modo como hoy se entiende este término; por el contrario, quiero ser un antiopinólogo; por eso, espero, no escribir sobre asuntos tan vapuleados como los que vemos en todos los medios de comunicación.

Mientras más pesado sea el tema, mientras más contenidos oscuros y esotéricos pueda contener el comentario, obligará a vulgo a retroceder, a renunciar a tan arduo trabajo, como es leer y decodificar conceptos, ideas, significados, etc. Y quedará uno que otro ciudadano, elegido por selección natural, ejerciendo al menos el proceso cognitivo y las sinapsis necesarias para compartir o antagonizar con otros significados y contenidos más oscuros y esotéricos que los míos.

Puede que sea criticado por esta posición y catalogado de elitista o exclusor de las grandes masas. ¡Debo admitirlo!, ¡así es! En esas masas están contenidas personas de todas las clases y condiciones. Al revés, quienes me lean serán, también, personas representativas de todas las esferas de la vida, lo que importa es el seso.

Termino mi perorata y me preparo para acometer mi tarea. Espero sea usted el seleccionado naturalmente, para compartir mis comentarios.